miércoles, 28 de noviembre de 2007

LAS COMPUTADORAS DE HOLLYWOOD

Los procesadores de texto nunca utilizan el cursor.

Nunca se usa la barra espaciadora al escribir frases largas.

En un diskette de ordenador americano cabe casi tanta información que en un DVD estándar.

Curiosamente cuando el ordenador parece fallar los mamporros se los lleva el monitor. La unidad central no tiene culpa de nada.

Todos los ordenadores están conectados. Se puede acceder a la información almacenada en el del malo de la película, incluso si está apagado.

La gente que escribe en un ordenador lo apaga sin antes salvar la información.

Un hacker puede entrar en el ordenador más seguro del mundo sin ser interceptado y descubrir la clave de acceso al segundo intento.

Los cálculos complejos y la carga de enormes cantidades de información se realizan en tres segundos o menos.

Los módem transmiten la información a razón de dos gigabytes por segundo.

Se puede obtener un minucioso detalle de cualquier fotografía, y hacer zoom perfecto hasta el infinito.

Si se abre un archivo, lo tiene en pantalla y alguien lo elimina desde otro punto de la red, el archivo desaparecerá de la vista. No hay manera de hacer una copia de seguridad y no existen los comandos tipo Undelete.

No importa qué tipo de disquete se use: siempre podrá leerse en cualquier sistema donde se introduzca. Todas las aplicaciones se pueden ejecutar en todas las plataformas.

Sin importar cuán pequeños sean, la mayoría de las ordenadores tienen una impresionante realidad tridimensional, trabajan a verdadero tiempo real y son capaces de mostrar gráficos animados fotorrealistas.

Por alguna extraña razón, los portátiles siempre parecen tener sorprendentes capacidades videofónicas en tiempo real, y la potencia de Deep Blue.

Los superordenadores, del tipo usado por la Nasa, la CIA y otras instituciones gubernamentales, tienen interfaces gráficas tan fáciles que podría entender hasta un idiota. Y las que no, tienen increíblemente poderosas interfaces de línea de comando, capaces de entender correctamente, y ejecutarlos, comandos escritos en inglés coloquial.

Los sistemas operativos Windows, Unix o MacOS no se emplean. En su lugar, cada ordenador tiene un sistema operativo propio.

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